A los 32 años, Néstor de Luca quedó ciego, pero comenzó una vida nueva sin renunciar a su pasión por la pintura.
La historia de Néstor de Luca debería figurar en un manual de lecciones de vida. Hace casi una década que perdió la visión por un tumor cerebral. Tenía entonces 32 años y era un pintor que comenzaba a disfrutar de cierto prestigio en Argentina. Pero de pronto lo cubrió la oscuridad y pasó a pertenecer a un universo que creía lejano. “Luego de agotar mis lágrimas entendí que era hora de comenzar a vivir nuevamente. Tomé lo que quedaba de mí y empecé a darme el gusto de escuchar mis propios deseos”, escribe en su blog personal, casi como un mensaje para quienes deben vivir esa dolorosa transición de un mundo a colores a uno negro y oscuro.
Luego de los inevitables meses de luto, Néstor reasumió la mayoría de sus actividades e incluso sumó otras más a su vida. No dejó de pintar, con una técnica muy sencilla para invidentes prosiguió, como él dice, viviendo a colores. Pero su actividad central era ahora un portal de Internet, donde junto a otras tres personas sin capacidad visual, creó en noviembre de 2004 el primer buscador accesible a las personas con discapacidad: http://www.lazarum.com/
“La idea surgió -recuerda- cuando junto a un grupo de personas ciegas nos cansamos de tener que sortear mil dificultades cada vez que deseábamos realizar una búsqueda en Internet con los buscadores tradicionales. Allí pensamos en desarrollar un motor de búsqueda que fuera accesible para las personas discapacitadas, y que se complementara a la perfección con las distintas ayudas técnicas que utilizan las personas que sufren alguna discapacidad, para navegar por la red”.
Ahora esa idea se ha transformado en una herramienta de trabajo e integración que ha sido reconocida en el mundo. De esa experiencia, de sus propias vivencias y de otros proyectos, charlamos con Néstor, uno de los creadores y editores de lazarum.com. Y de verdad que luego de conocer su biografía uno termina asumiendo la vida de otra manera y entendiendo hasta por qué prefirió poner en su correo la palabra motivarse antes que su nombre.
- He leído algo de tu historia, sé que perdiste la visión por un tumor. De pronto por una enfermedad tu vida cambió…
-Perdí la vista a los 32 años. En ese entonces estaba al frente de una agencia de publicidad que había formado con un socio. Antes había trabajado como director de arte de un par de estudios de diseño. Cuando perdí la vista pensé que todo había terminado, pero un año y medio después me levanté y con los pedacitos que todavía más o menos funcionaban, comencé a soñar nuevos proyectos. - ¿Qué fortaleza interior te permite poner de pie tras una situación así?
-Cuando uno sufre una pérdida como la que sufrí yo, no anda por la vida pensando en lo que tuvo y ahora no tiene más. No tiene mucho sentido, y lo único que se logra con esa actitud es vivir en un pasado eterno e inmóvil. Perder la vista o una pierna, un brazo, u otro sentido, es muy similar a perder a un ser querido. Ahora bien, luego de la muerte de un ser querido, las personas adoptan actitudes muy diferentes. Algunos jamás pueden superarlo y se quedan estancados en ese recuerdo, ese estancamiento condiciona todos los días por venir del resto de su vida, o realiza las ceremonias necesarias para recordar con amor y respeto a ese ser, y comienza a desandar la vida, pero ahora desde un marco distinto. Entonces solo queda asumirlo y la vida sigue. - ¿Uno de esos proyectos que emprendiste fue www.lazarum.com?
-Así es, una idea que trabajo desde hace unos años. - ¿Cuántas personas laboran en lazarum.com y cómo se financia, generan sus propios ingresos o tienen organismos cooperantes?
-Lazarum.com está conformado por dos editores: Federico Puchel y yo. Tres voluntarios rotativos (se capacitan y varían cada 3 meses) y por más de 10 profesionales ocasionales contratados (los llamamos según la tarea que debamos realizar, nos cobran sus honorarios y se marchan a atender a otros clientes). A estos últimos yo no los consideraría parte de lazarum.com a no ser por Yanina Ronconi y Diego Duarte que son dos webmasters que están con nosotros desde el comienzo y con los cuales ya hemos establecido un vínculo más allá de lo profesional. Nuestra empresa no recibe aportes ni subsidios por parte del Estado Argentino ni ninguna otra entidad privada. Brinda un servicio totalmente gratuito y se financia sólo con avisos publicitarios. - ¿Piensan establecer alianzas con proyectos similares en otros países?
-Estamos abiertos a trabajar con toda institución o emprendimiento que comparta nuestros principios y sueños. - ¿Lazarum.com será solo un buscador o tienen otros proyecto que se complementarán?
-Por ahora es sólo lo que está a la vista y al servicio de nuestros usuarios, que son más de diez mil por mes.
Lazarum.com, uno de los sitios más importantes de Internet donde se obtiene todo tipo de información sobre discapacidad.
La sociedad y la desocupación
- ¿Háblanos un poco de la sociedad argentina, cómo se relaciona con el colectivo discapacitado?
-La situación está muy lejana de lo ideal. El mayor avance logrado hasta ahora ha sido el de instalar en la opinión pública la necesidad de hacer algo. Ahora hay que comenzar a hacerlo. - ¿Puedes decir que Argentina es una sociedad inclusiva?
-Este país no escapa a las generalidades de todos los hermanos latinoamericanos. Sospecho que aquí no sucede nada distinto a lo que puede acontecerle a una persona discapacitada en Brasil o Chile o Perú. La desocupación aquí entre las personas discapacitadas asciende hasta el 80% y ese debe ser uno de los problemas más graves de todos los que nos aquejan.
Los colores son ahora un hermoso recuerdo que lo acompañaron por treinta años, tal como el rostro de sus padres y su hermana. Pero como él dice: “debo seguir andando sin disfrutarlos como antes”, aunque “sigo soñando en colores y trabajando en colores”. Prefiere no recordar qué fue lo último que pudo ver (“quién sabe, debió ser el rostro de los cirujanos, entré viendo y salí ciego”). Mejor, dice Néstor con absoluta razón, es disfrutar e imaginar los labios de mi novia cada vez que la beso. “Es como si la estuviera viendo”.
Jaime Tipe Sánchez
taskichiyperu@yahoo.com
publicado 02/03/07
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